Esta primera etapa consiste en aplicar un repelente en el arbolado público para que las palomas comiencen a migrar hacia el sur, más precisamente al predio del ferrocarril donde se va a estar colocado un comedero con maíz, el cual será el cebo para que se dirijan al lugar. Este alimento estará mezclado con un producto que tiene como objetivo que las palomas no puedan poner huevos con cáscara dura, lo que evita que se puedan empollar y de esa manera comienza el control poblacional.
Lo que se solicita a la población es evitar el día sábado dejar estacionados los vehículos en el lugar donde se van a estar realizando los trabajos de fumigación, si bien recordemos este producto es un producto orgánico a base de aceite de ajo e inocuo para las personas y mascotas, el hecho de dejar tanto calles como veredas despejadas facilita el trabajo de las tareas a realizar.