El 2024 cerró con lluvias por debajo de la media y con reservas de agua en el suelo que oscilan entre niveles escasos y sequía en el 50% de la región, siendo el noreste de la provincia de Buenos Aires la zona más afectada.
Entre el 10 y el 16 de enero, las precipitaciones serán inferiores al promedio en el norte de la región central, el norte y noreste del país, y en el NOA. En contraste, el sudoeste bonaerense, La Pampa, San Luis y el sur de Córdoba podrían recibir lluvias superiores a las normales.
Del 17 al 23 de enero, se anticipan lluvias por debajo de lo normal en el oeste de Cuyo y el NOA, mientras que la zona núcleo, junto con el este-noreste de la provincia de Buenos Aires, norte de Córdoba, Santiago del Estero, Chaco y oeste de Santa Fe, podrían registrar precipitaciones superiores al promedio.
No obstante ante la alta variabilidad de los pronósticos y la baja confiabilidad de las proyecciones para ciertas áreas, se recomienda seguir de cerca las actualizaciones meteorológicas y ajustar las estrategias productivas de acuerdo con la evolución climática. Enero se perfila como un mes clave para la planificación hídrica y el manejo de los cultivos, especialmente en las zonas que enfrentan mayores déficits de agua en el suelo.