El tren Cañada de Gómez-Rosario se encuentra fuera de servicio desde el 15 de noviembre y todavía no hay certezas sobre su futuro. Es la ausencia más larga desde su reinauguración en 2022.
En este sentido, cabe recordar que el servicio entre Cañada de Gómez y Rosario había retomado su actividad en 2022, luego de 45 años. Comunica a Rosario (dos estaciones) con Funes, Roldán, San Jerónimo Sud, Carcarañá, Correa y Cañada de Gómez. Por mes, trasladaba alrededor de ocho mil pasajeros, siendo un transporte clave para la región. Sin embargo, los problemas con locomotoras y vías se agravaron en el último tiempo por la falta de mantenimiento. Hace tres semanas sufrió daños a causa de un choque y, al no tener formación de reserva, el servicio fue cancelado hasta nuevo aviso.
A lo largo de todo el 2024, el servicio sufrió reiterados cortes y en parte se debió a la situación de las locomotoras: son pocas y las que están a disposición tienen problemas de manera recurrente. Eso implica días enteros de suspensión, ya que no existe en Rosario un taller que las repare y deben ser enviadas a Buenos Aires. Sumado a esto, la falta de repuestos hace que el problema se extienda más de lo previsto.
El temor por la pérdida de la conexión está presente en usuarios y trabajadores. Entre ellos, la organización Amigos del Riel viene alertando sobre la apremiante situación del servicio y los riesgos de su desaparición.
El tren Cañada de Gómez-Rosario corre peligro
Desde diciembre pasado las noticias sobre la suspensión del servicio Cañada de Gómez-Rosario se volvieron cada vez más frecuentes. La falta de financiamiento por parte del gobierno nacional genera una lenta pero segura decadencia de la maquinaria.
“No lo van a hacer por decreto, como en la época de Menem o de la dictadura, pero lo dejan caer por su peso, no hay inversión en mantenimiento, ni reparación de locomotoras ni de coches ni de material rodante” advirtió Mariano Antenore de Amigos del Riel pocos días antes de la suspensión del servicio.
En este sentido, Antenore apuntó que “el problema de la falta de mantenimiento del material ferroviario se extiende desde el macrismo, pasando por Alberto Fernández, y ni hablar ahora con Milei. En Rosario Norte hay un montón de vagones que deben ser reparados y dos locomotoras chinas compradas en 2013 por (el exministro de Transporte de la Nación, Florencio) Randazzo”.
Pocas locomotoras
La situación de las locomotoras resulta apremiante. Hay pocas y las que están a disposición tienen problemas de manera recurrente. Eso implica días enteros de suspensión del servicio, ya que no existe en Rosario un taller que las repare y deben ser enviadas a Buenos Aires. Sumado a esto, la falta de repuestos hace que el problema se extienda más de lo previsto.
“Es necesario que se destinen recursos económicos y humanos para poder levantar la situación actual”, había expresado el referente de la Asociación Rosarina Amigos del Riel, Mariano Antenore, a comienzos de agosto.
Por otro lado, Antenore había asegurado que es una situación general que tiene el Ferrocarril Mitre, sobre todo en problemas relacionados a su flota de locomotoras. “Hay una notable cantidad de desperfectos técnicos y dentro de ese contexto cae el servicio regional”, había indicado.
“Hay que tomar las cosas en serio, es un servicio público esencial y se debe mantener. Hay un desinterés manifiesto por parte de las autoridades, por parte de la esfera política. No así del personal, que le pone el pecho e intenta seguir andando como se sea”, había reconocido Antenore.
“Nosotros en diciembre nos imaginamos que esto podía pasar”, había manifestado Antenore y agregó: “Basta con no comprar repuestos, con no invertir y el servicio se cae solo”
Fuente: La Capital