Luis Nardi, fundador de la mega exposición agropecuaria, hizo un repaso de la historia recordando que siempre tuvo “la ilusión” de que crezca y tenga la importancia actual. Además de mostrarse orgulloso, explicó que en la edición inicial sólo entraron tres personas: «Cuando los vi, los abracé».
En medio de la mega muestra de AgroActiva, la más convocante a cielo abierto, su fundador Luis Nardi de 84 años contó sus sensaciones al respecto: “Es una emoción, una alegría y un orgullo estar aquí. La veo creciendo permanentemente, la presidenta Rosana (Nardi) le está inculcando su impronta y por eso se está poniendo cada vez más linda y mejor producida, así que estoy muy contento de todo esto”, manifestó.
Después contó sobre la edición inicial: “Me acuerdo que cuando empecé, tenía la ilusión de que fuera así, hay muchas anécdotas. En la primera Agroactiva no vino gente en los dos días iniciales, al tercero lo hicieron tres personas, el padre con sus dos hijos productores. Así que fui y los abracé a cada uno porque era la primera vez que entraba público”, explicó con una sonrisa.
-¿Qué pensó ese día cuando no fue nadie?
-¿Qué pensé? bueno, ver cómo podíamos hacer para atraer el público. Trayendo al público íbamos a atraer a los expositores, porque los expositores eran unos cuarenta y eran todos concesionarios. No eran las fábricas con sus terminales. Esto de ahora no existía, eran chicos. Ponían unos mástiles, en fin, un poco de producción. Ya para la segunda, que se hizo en Carcarañá, se me ocurrió idear un sistema de invitaciones especiales para los productores. Ahí tuvimos una buena cantidad de público, nada más que buena.
El primer quiebre que tuvo AgroActiva fue en Bell Ville. Teníamos una exposición bastante chica, pero tuvimos público. Después ya en Río Cuarto vinieron los primeros fabricantes directos, ya estábamos creciendo al 40%. Tuvimos una cena, y unos amigos me preguntaron cuándo podíamos llegar a alcanzar a Expo Chacra. La contestación de ese momento hubiera sido nunca, pero yo le puse un plazo de cinco años. Lo alcanzamos en mucho menos, en dos. Se produjo una especie de acción por reflejo del resto de algunos otros expositores, todas fábricas de primerísimo nivel.
La muestra de Oncativo fue algo monumental. El primer trabajo que se hace en el campo es poner una estaca en cada uno de los lugares, cuatro estacas por cada stand. Nos paramos con Rosana en el medio de la exposición y no veíamos las estacas del fin de la muestra, del fin del campo. Córdoba nos trató muy bien. Yo trencé una relación personal con el gobernador de La Sota, a quien quise muchísimo, un amigo extraordinario que apoyó mucho la muestra.
-¿Qué siente ahora en la 30 edición?
-Siento la misma pasión, las mismas sensaciones, el mismo orgullo personal porque Rosana respondió muy bien cuando yo resolví retirarme, extraordinariamente bien.
Finalmente, puso a modo de ejemplo una frase para citar el crecimiento exponencial de dicha exposición que cumple tres décadas en la ciudad de Amstrong, corazón de la maquinaría agrícola santafesina, y que cuenta con cerca de 200.000 participantes: “De hormiga se transformó en un elefante”, resumió Nardi, feliz porque su sueño se hizo realidad.