A dos semanas de haber cerrado sus puertas, la empresa de bicipartes “El Miguelito” de la localidad de Carrizales, puso en venta sus máquinas con el propósito de poder indemnizar a sus 12 empleados despedidos.
Así lo confirmó uno de sus dueños, Rogelio Bella, quien con tristeza publicó fotos de sus herramientas de toda la vida en redes sociales para intentar venderlas. “Para nosotros son máquinas invaluables. Son las que pudimos rescatar y estamos esperando que a alguien le pueda interesar y servir”, dijo en Radio 2 de Rosario.
El propósito de este desguace forzado por la situación que atraviesan, es poder conseguir el dinero necesario para hacer frente a las millonarios indemnizaciones que deberá pagar a sus empleados, muchos de ellos con más de 30 años en la fábrica de asientos de bicicleta.
“Este es un proceso que lleva varios meses. Pensamos en muchas opciones y la verdad que armar una cooperativa con mis empleados es llevarlos al muere”, dijo ante las propuestas que aparecen sobre la mesa con la idea de reflotar la firma y agregó: “Yo no le encuentro la vuelta a la empresa. Tuve llamados de la provincia y me ofrecieron créditos, pero yo no puedo tomar un crédito que no voy a poder pagar”.
“El Miguelito” nació en 1968 y es una parte grande de la historia productiva de Carrizales, pero el mercado y la situación económica no le permitieron continuar. Entre otras cosas se venden tres balancines marca EMI de 110, 40 y 22 toneladas, una inyectora Fluidmec de 150 toneladas de cierre y 350 grs de inyección, y un cooler que sirve tanto para el enfriamiento de aceite como para el enfriamiento de las matrices.
“Desde el 2015 para acá venimos sufriendo los embates de una política económica que ha decidido ir por otros caminos. En diciembre la brutal devaluación que aplicó el gobierno, nos dejó a nosotros fuera de competencia. En la época del año en la que más teníamos que vender porque para el rubro de la bicicleta, Navidad o Reyes, son fechas importantes, se nos cayeron todas las ventas. Tuvimos que reventar mercadería vendiéndola a un 50% del costo para poder pagar sueldos y aguinaldos. En el mes de enero prácticamente no trabajamos y desde febrero para acá hicimos un convenio con los empleados para trabajar cuatro horas, tres días a la semana, esperando algún milagro que nos permitiera subsistir, que fuera una nueva ola a surfear, y el milagro no llegó”,
lamentó Bella.
Fuente: Infomas