En las primeras 24 horas tras el descubrimiento del cuerpo de Gonzalo Cucit, asesinado en la madrugada del 31 de julio, se hallaron 9 vainas servidas en el lugar. La rápida identificación del cuerpo permitió al fiscal de San Lorenzo, Aquiles Balbis, iniciar de inmediato la investigación para dar con los culpables.
El punto de partida llegó de los familiares de Cucit, quienes informaron que salió de casa para vender su auto y nunca regresó. Este dato guió a los investigadores hasta Carcarañá, donde detuvieron a un hombre de 58 años con vínculos previos en Correa, dueño del bunker frecuentado por la víctima para adquirir drogas. También se arrestó a un joven en Correa asociado a la organización.
Durante los allanamientos, el fiscal obtuvo los teléfonos celulares de los detenidos. Aunque las conversaciones por WhatsApp estaban configuradas para autodestruirse, Balbis logró acceder a un mensaje crucial justo antes de que caducara. Este mensaje ordenaba eliminar los intercambios con la víctima. Además, se llevó a cabo un meticuloso seguimiento del auto de Cucit, asegurando todas las cámaras de seguridad de la zona.
La acción decisiva y precisa del fiscal permitió captar el mensaje crucial antes de su desaparición y avanzar en la comprensión de los motivos del crimen, resultando en la detención de un tercer sospechoso, un hombre de 48 años también de Correa.
Balbis presentará todas las pruebas en las audiencias de imputación. La hipótesis principal gira en torno a una deuda de drogas relacionada con el consumo problemático de la víctima. Presuntamente, fue obligado a firmar la venta de su auto para legalizar la adquisición del vehículo por parte de los operadores del bunker, antes de ser brutalmente asesinado en la Estancia Santa Eulogia, kilómetro 22.5.
Fuente: SL24