Los incendios forestales en Bolivia, Brasil y Paraguay causan estragos en buena parte del sur de Sudamérica. En Argentina, y particularmente en la zona de Rosario, transcurre el segundo día consecutivo de advertencias por parte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) por humo traído por vientos del norte, aunque la cantidad de provincias bajo esta condición disminuyó y sigue vigente la posibilidad de que se desarrolle un fenómeno particular: la lluvia negra.
Según datos aportados por Greenpeace, en Bolivia se quemaron casi 4 millones de hectáreas en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y La Paz. Por su parte, en Paraguay ya hay 70.000 hectáreas consumidas por el fuego. La sequía acelera la propagación de los incendios y deriva en una amenaza directa al Amazonas y el Gran Chaco, considerados los “pulmones del planeta”.
La peor parte se la llevó Uruguay, donde ya se manifestó esta condición climática, precisamente en los departamentos Cerro Largo, Rivera y Treinta y Tres, en la zona noroeste del vecino país.
Qué es la lluvia negra
La lluvia negra se da cuando caen lluvias dentro de una masa de aire que contiene hollín, cenizas, polvo e incluso químicos, según explicó la observadora meteorológica Vanessa Balchunas. Este tipo de precipitaciones recibe ese nombre porque las gotas caen en tonalidades oscuras, que pueden ser amarronadas o grisáceas, como pasó en Uruguay este lunes.
A pesar de que hay probabilidades de que se dé este fenómeno en el país, Balchunas aseguró que las chances de que ocurra en la zona de Rosario son muy bajas debido a un cambio en la dirección del viento este mismo martes, que se llevará el humo y las cenizas nuevamente hacia el norte. Justamente, el SMN emitió un alerta amarillo por vientos fuertes para Rosario y la región, que tiene vigencia durante la noche del martes y la madrugada del miércoles.
Al respecto, la observadora explicó: “En Uruguay hubo condiciones favorables ya que la masa de aire cálida y estática recibió el humo sin cambios, y se generó la lluvia en medio de ese sistema de nubes y hollín. En Argentina es posible que pase, pero difícilmente se registre la «lluvia negra» porque durante este martes se dará el avance de un frente frío desde el sur del país, que generará la llegada de aire limpio a la atmósfera y comenzará a desplazar el humo hacia el norte”.
Hay una probabilidad de lluvias para Rosario y la región entre la noche de este martes y la mañana de este miércoles, pero se darán, detalló Balchunas, dentro de “una masa de aire libre de hollín, que ya llega en menor cantidad y que, además, será barrido por el ingreso de aire desde la Patagonia”.
Consecuencias del hollín
En tanto, indicó que el hollín son partículas muy finas y oscuras que se producen tras la “combustión incompleta de materiales orgánicos, como la madera, el papel o los combustibles fósiles. Están compuestas, principalmente, de carbono y otras sustancias químicas”.
“El hollín en el aire puede tener muchos efectos negativos para la salud y el medio ambiente. Al inhalarlo, las partículas pueden irritar las vías respiratorias y causar problemas como tos, dificultad para respirar, asma y otras enfermedades pulmonares”, agregó.
Posibilidades de lluvia negra en Rosario
Si bien en esta ocasión están dadas las condiciones para que Rosario no experimente las consecuencias de la lluvia negra, Balchunas consideró que sí pueden darse en caso de combinarse ciertos factores, como ocurrió en Uruguay.
“Al tener un cambio en la masa de aire, nuestra lluvia no tendrá ese mismo inconveniente, con lo que podemos sentirnos más tranquilos de que va a barrer con todo ese aire viciado por humo. Pero a futuro pueden llegar a darse estas situaciones, sea por incendios en países vecinos o a nivel local, si no hay un cambio de masa de aire junto a la persistencia de humo y hollín”, afirmó.
La advertencia del SMN por la presencia de humo en el ambiente continúa vigente para Rosario y la región. Es por eso que las recomendaciones a seguir en estos casos incluyen evitar actividades al aire libre, proteger las vías respiratorias y oculares, tomar precauciones en rutas ante una situación de baja visibilidad (manejar despacio, manteniendo distancia y usando luces bajas) y mantenerse informado por las autoridades.