Tras tres años de conflicto constante y especialmente los últimos ocho meses de medidas directas que pusieron a SanCor Cooperativas Unidas Limitada al borde del cierre, parece que la situación está llegando a su fin. La semana pasada, en una asamblea, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) decidió cesar su actitud confrontativa y acatar las decisiones empresariales orientadas a la recuperación de la producción, la presencia en el mercado y la preservación de los puestos de trabajo. Se supo que la empresa presentó una propuesta que fue puesta a consideración.
Aunque la postura del sindicato liderado por Héctor “Etín” Ponce, quien lleva 22 años en el cargo, debe ser ratificada la próxima semana en una audiencia en la Secretaría de Trabajo de la Nación, el resultado de la asamblea del viernes en Sunchales confirma lo que se venía anticipando: Atilra se quedó sin apoyo interno y sin margen para mantener su postura de conflicto. En la última campaña presidencial, Ponce apoyó al excandidato Sergio Massa.
El Conflicto con SanCor
Atilra inició su enfrentamiento con la cooperativa hace tres años, impulsada por un proyecto público-privado que buscaba adquirir la empresa, antes líder del mercado lácteo argentino. La situación se intensificó en octubre del año pasado con bloqueos a las plantas, obligando a cesar la producción o a tercerizar la leche para no perder a los asociados.
En la asamblea, aunque se discutió una propuesta de la cooperativa cuyos detalles aún no se han hecho públicos, se decidió que Atilra dejará de pagar un extra a los empleados que participaron en la protesta.
Aunque no fue tema central de la asamblea, algunos referentes del sector recordaron que el procesamiento judicial de seis delegados preocupa a la dirigencia, lo cual también influyó en la decisión de cesar el plan de lucha. El conflicto comenzó cuando surgió la idea de un fideicomiso con capitales privados, que nunca se concretó, y la necesidad de resolver la relación con la empresa para preservar los empleos. En su momento, se mencionó un proyecto de socios capitalistas para rescatar la cooperativa.
Un Nuevo Comienzo para SanCor
La decisión de poner fin al conflicto era esperada, ya que se consideraba que la situación estaba agotada. Para los 1,500 trabajadores, el fin del conflicto trae tranquilidad. SanCor se ha desprendido de parte de su línea de productos frescos, que quedaron en manos de Alimentos Refrigerados SA (Arsa), cerró plantas y comenzó a operar con recursos limitados. La producción, que antes era de 6 millones de litros diarios, ahora apenas alcanza los 600,000.
Perspectivas Futuras
Según expertos del mercado lácteo, SanCor podrá reactivar gestiones para sumar capitales que le permitan aumentar la producción y mantenerse a flote, en un momento en que la industria lechera argentina enfrenta numerosos desafíos.
Fuente: La Nación.