Un presente singular, que se configura en diferentes ángulos, dado que por un lado todo gira en torno a su grave enfermedad, la que todavía no quiso revelar específicamente, mientras también disfruta del glamour de regresar a vivir a Europa. Así transita estos días Wanda Nara.
La mediática se fue del país, hace varias semanas, para perseguir a su marido Mauro Icardi en esta continuidad contractual en el Galatasaray de Turquía. A pesar de disponer de ofertas laborales en Argentina, la blonda priorizó acompañar a su esposo.
En ese continente ya inició el tratamiento contra la durísima afección que la aqueja, de la que se especuló podría enrolarse en una leucemia. De hecho, la famosa mostró algunas cuestiones del proceso médico al postear, motorizada en su pulsión de mostrar todo, las inyecciones que le aplicaron en sus brazos.
Ahora, Wanda protagonizó otra noticia llamativa, dado que quiso gritarle al mundo que se tomó un tiempito de relax y se acercó a una playa a disfrutar del sol y las aguas cristalinas. No obstante, el detalle más saliente se centró en la cartera que eligió llevarse a la arena.
Nara procuró que todos entendieran que armó su mate y lo trasladó en un accesorio muy glamoroso, de esos que están reservados para una minoría, dado que es de la extravagante marca Prada y con una confección muy distintiva, al disponer de un proceso de crochet a mano.
Tras el posteo de la mediática se activaron las investigaciones y se llegó a la conclusión que ese artículo fashionista posee un costo altísimo de unos mil setecientos euros, que a la cotización paralela de la divisa europea significaría más de un millón de pesos.