La controversia desatada por el uso masivo e ininterrumpido de pirotecnia para celebrar el campeonato del Club Atlético Carcarañá escaló a una crisis institucional, con el Intendente Miguel Ángel Vázquez señalando directamente la responsabilidad de la dirigencia del club. En una entrevista radial con el programa «Un Buen Día», Vázquez detalló los hechos y confirmó que el nivel de caos, que describió como una «locura» comparable a la «guerra mundial», fue permitido por la institución.

El intendente había exigido previamente la renuncia de la Comisión Directiva por la «falta de empatía y de responsabilidad».

Si bien el club había cumplido con la organización para el evento deportivo en la cancha (contratando más de 60 efectivos policiales), el problema se desató cuando los festejos se trasladaron a la sede central, ubicada en pleno centro de la ciudad.

Vázquez desestimó la defensa de la directiva, que había culpado a un «grupo minúsculo de personas» que supuestamente «forzaron portones del playón». Según el Intendente, la entrada de la pirotecnia no fue a la fuerza.

«Ingresaron muchísima pirotecnia, muchísimo fuegos artificiales, bombas. Había dos trafic llenas de pirotecnia y utilizadas dentro del club, no estaban en la calle, sino dentro del club y dentro de la cancha de básquet y arriba del techo del club».

Para el intendente, «alguien les permitió que entraran con toda esa pirotecnia».

El nivel de los festejos post partido, que según Vázquez se prolongó por casi tres horas, fue incontrolable. El Intendente relató que llamó al presidente del club durante la situación, quien admitió que «no lo podía controlar». Ante la magnitud de las quejas (incluyendo las denuncias de la Asociación Padres Autismo Carcarañá, protectoras de animales y gente adulta en crisis), Vázquez criticó duramente: «Si vos sos dirigente y tenés una comisión directiva, tenés que tener las condiciones y tener la autoridad como para entrar y sacar a toda esa gente».

Mariela Coy, Secretaria de Gobierno de Carcarañá y abogada, aportó detalles sobre las tareas de prevención que el municipio había realizado.

Coy confirmó que el jueves, antes del partido, ella manifestó en la Comisaría la preocupación por los festejos en la sede central. En esa reunión, con autoridades policiales y de ambos clubes, la dirigencia de Cremería aseguró que «no iba a haber ningún problema porque el club iba a estar cerrado».

El viernes por la mañana, la Municipalidad citó al presidente del club nuevamente para manifestarle la preocupación, ya que la sede central es una «institución privada, por lo tanto, la prevención la deben hacer ellos». Incluso, el municipio solicitó por nota a la policía que, al finalizar el operativo en el estadio, se dirigieran a la sede central para prevenir posibles festejos.

A pesar de estas advertencias y la existencia de la ordenanza de Pirotecnia Cero desde 2015, la Secretaria de Gobierno lamentó que faltó la prevención de seguridad, que el club debió contratar, ya sea porque minimizaron la situación o por «algún otro factor».

Sanciones «Ejemplares» en Camino

Ante la gravedad de los hechos, que una madre de un niño con TEA calificó previamente como «ruidos constantes insoportables» que repercuten durante «tres o cuatro días siguientes», el municipio se prepara para aplicar sanciones históricas.

Mariela Coy informó que están aplicando las «penas máximas y las sanciones máximas que tenemos dentro de las ordenanzas». Las sanciones, que serán conocidas mañana, incluyen medidas «pecuniarias como otros tipos de sanciones que van a ir directamente al club».

Se están investigando los hechos a partir de nueve denuncias formales radicadas en el Centro Territorial de Denuncias y la Comisaría, además de analizar las grabaciones del Centro de Monitoreo. Coy aclaró que la transgresión abarca tres planos legales: infracción a las ordenanzas municipales, violación a la ley provincial contravencional (por contaminación sonora) y «podría llegar a haber comisión de un delito».

El Intendente Vázquez y la Secretaria de Gobierno Coy esperan que esta sanción sea «ejemplificadora», poniendo un freno a la sensación de impunidad que manifestaron quienes pusieron el dinero para el show pirotécnico: «no importa, después pagamos la multa», según algunos relatos. Esto es crucial para la Municipalidad, ya que el precedente busca asegurar que este tipo de «barbarie» no se repita de cara a las próximas Fiestas de fin de año.

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