RECHAZO A LA REFORMA LABORAL

La UOM y la CGT Regional alzan la voz contra la reforma laboral que busca un «trabajador descartable»

Daniel Martínez, líder metalúrgico y referente de la CGT en la región, explicó en CNN Radio Cañada de Gómez los motivos de la movilización nacional del próximo jueves 18, acusando al gobierno de querer "asfixiar" a la clase trabajadora y desmantelar el modelo sindical argentino.

En diálogo con Miguel Gerván en el programa «Entre Ustedes y Nosotros» (CNN Radio Cañada de Gómez), Daniel Martínez, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), brindó detalles sobre la masiva movilización convocada por la CGT Nacional para el próximo jueves 18, cuyo objetivo principal es la defensa de los derechos laborales ante el avance de la reforma propuesta por el gobierno.

Martínez afirmó que el principal motivo de la protesta es «defender los derechos que costó mucho tiempo que tengan hoy los trabajadores y que se quieren tirar por la borda». El dirigente sindical criticó fuertemente el paquete de reformas, señalando que la ley busca quitarle a los trabajadores derechos esenciales como las indemnizaciones y las horas extras, además de permitirle al empleador «manejar las vacaciones» y la posibilidad de despedir «como se le cante».
A diferencia de la visión gubernamental que sostiene que esta ley generará más empleo, Martínez argumentó que «el trabajo se genera con un cambio en la economía», no «quitándole derecho a los trabajadores».

El secretario de la UOM fue enfático al describir el objetivo de la ley: convertir al obrero en «descartable». Explicó que, con las modificaciones propuestas, la indemnización «ya pasa a ser prácticamente algo pago por el trabajador» y no entraría en los cálculos de aguinaldo y vacaciones.
Uno de los puntos más cuestionados es la implementación del banco de horas, que eliminaría el concepto de horas extras. «Un día vas a trabajar 12 horas y al otro día si te necesitan menos horas son te van a llevar menos horas», explicó Martínez. Esta estructura significa que la vida del trabajador quedaría «atada a lo que la empresa» necesite. Aunque reconoció que las empresas dan trabajo y eso debe agradecerse, advirtió: «tampoco somos esclavos, si no estamos volviendo a una época de muchos años atrás». Además, consideró incomprensible que se busquen generar empleos «sacándole derecho a los trabajadores» mientras se le quitan impuestos a otros sectores de la economía.

La entrevista también abordó el punto de la reforma que ataca directamente a las estructuras gremiales. Martínez sostuvo que lo que se busca es tener «trabajadores sin sindicatos» para tenerlos «débiles» y poder manejarlos «como queramos». El objetivo real es «sacar a los sindicatos del medio para así poder hacer con los trabajadores lo que quieran».
Martínez enfatizó que el rol del sindicalista es «discutir y generar esa pelea para arriba», defendiendo la ley y asegurando que el empresario «no haga de lo que quiera de cada trabajador». Negociar individualmente con el empleador, una falsa expectativa que se genera, termina siendo más fácil para el empresario a la hora de despedir o manejar al trabajador.
Además, recordó que el modelo sindical argentino es reconocido internacionalmente: «el mejor modelo sindical es el que tiene la Argentina», y las reformas apuntan precisamente a desarmar ese modelo, que es donde radica la fortaleza de los trabajadores.

Martínez acusó directamente al gobierno de querer «afixiar al sindicalismo» y a los trabajadores. Sostuvo que, si el gobierno no buscara asfixiar a los trabajadores, permitiría que las paritarias fueran libres y pagaría lo que corresponde a los jubilados. En cambio, el gobierno «apunta a darle mayores beneficios a quienes más tienen», lo que genera una discriminación donde la crisis siempre la paga «el que menos tiene».
En cuanto a las soluciones económicas, el dirigente metalúrgico fue claro: la Argentina no se arregla «sacándole plata a los jubilados, a los trabajadores». La clave está en «más trabajo, defendiendo la industria nacional, generando que la economía funcione», y no a través de la «timba financiera» que solo beneficia a unos pocos.
Finalmente, Martínez expresó su convicción de que, si la situación se pone muy tensa, la reforma laboral «se puede judicializar». Sentenció que los derechos adquiridos, por los cuales «ha muerto gente para poder sostenerlos», deben ser defendidos, y la CGT regional participará en la movilización esperando que sea masiva.

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